Caigo, me duele, me levanto, recuerdo que tengo las rodillas lastimadas, pero sigo, sigo andando. Sea como sea, hay que seguir. La vida estalla en cada momentquiero encerrarme en los lamentos y en los problemas. Problemas más importantes existen en mis pobres dudas y en los arañazos que le han hecho a mi corazón. De todo se aprende, sobre todo, de los errores. Y es el destino, golpearseo. No , llorar quizá, y recuperar la esperanza de que algo nuevo y mágico nos sigue esperando a la vuelta de la esquina. Soy afortunada, lo sé. Tengo fuerza y ganas. No me dejaré vencer por un desengaño. Esto no es más que el comienzo de un desafío...