A veces esperando las oportunidades, no se ven y se tira todo por la borda. Y vos tan orgulloso que nunca me avisaste que también fuiste mío aquel verano. Mirando las golondrinas en el cielo, no se ven otras golondrinas al alcance de la mano. Y es cuando la estupidez gana por afano a la suerte que nunca llega si la estamos esperando. ¿Cómo?, ¿cuándo? y ¿Por qué?, son demasiadas preguntas para hacerle al destino. A veces estamos finos y otras veces nada que ver, pues hay que caminar antes de empezar a correr. La culpa es un invento muy poco generoso, y el tiempo tremendo invento sabandija, será que será suficiente con que uno elija, porque si no la buena fortuna pasa de largo. Y vos tan orgulloso que nunca me avisaste que, tal vez, fuiste mío un verano.