¿Dónde están esas ganas de vivir?
Puede que enterradas en lo más profundo de su ser.
Él siempre fue solitario, pero influyente.
Tenía problemas, que acallaba. Como todo el mundo.
Pero el los solucionaba de manera diferente, acababa expresando su ira
contra si mismo, e incluso se encerraba por días en su pequeña pero
Confortable habitación.
Nunca entendí, porque no aceptó mis cucharadas de esperanza, quizas
porque era muy orgulloso.
Y el orgullo, a veces hay que tragarselo.