Siempre te busqué, siempre tuve que llorar para ver que esta vida valía. Siempre desperté de mis pesadillas y nunca tendré la paz que necesito. Antes dormía todo el día para reconstruir todas mis neuronas perdidas que se quisieron ir. Pronto caí que estaba herido, ya no quería reír. Todos me daban por perdido, cansados de insistir.