En una relación de pareja, nos abrimos. Nos deshacemos de la armadura que nos protege en el día a día y que hace que las críticas, malas contestaciones, reproches y problemas del día a día nos reboten y no consigan tocarnos y herirnos. Pero en una relación de pareja esta armadura deseamos quitárnosla. ¿Acaso no queremos todos/as estar con alguien con quien no necesitemos estar a la defensiva? ¿Compartir todo lo que queremos compartir? ¿Sentirnos cómodos? Quien diga que no miente.