Aunque corras y te escondas, no puedes escapar. Porque tu y yo somos así, un sube y baja, pero un día al fin, sin querer, nos va bien. Y cuando uno dice se acabó, otra voz dice que no y se queda. Si decides dejarme, no te voy a suplicar, sé que más tarde volverás. Porque aunque corras y te escondas, no puedes escapar. Y si hoy te vas, ya verás que no es tan fácil olvidar. A veces sale bien, otras veces sale mal, como sea, pero es tan real que al final lo demás no te importa. Hoy una voz dice que no, y se queda.