Él, tan dulce y tan bello, me hace ver las estrellas, cuando mueve todo su cuerpo. Él que por amor se entrega, amigo compañero. Eternamente y siempre, él. Él que es como una fantasía que se aloja en mi cabeza. Mi debilidad y mi energía, y esa razón primera. Él me enamora, me da vida; me alegra las tristezas, es mi filosofía. Y mi pasión de verlo cada noche crece, parece un príncipe que me roba el corazón. Él, tan dulce y tan bello, me hace ver las estrellas, cuando mueve todo su cuerpo. Él que por amor se entrega, amigo compañero. Eternamente y siempre, él. Con una fugaz sonrisa hasta la magia atraviesa. Con tan solo una caricia te hace suya aunque no quieras. Te hipnotiza como un mago, cura toda tu melancolía. De su atracción no te escapas, tras sus pasos vivirás noche y día. Sin saber te sentirás su presa con sus brazos alrededor. Él, tan dulce y tan bello, me hace ver las estrellas, cuando mueve todo su cuerpo. Él que por amor se entrega, amigo compañero. Eternamente y siempre, él. Él. Sin un adiós te deja herida, y vos llorás a escondidas. Y le cuentas a la luna que te dió su ternura. Y cada noche parece un príncipe y te roba el corazón. Él, tan dulce y tan bello, me hace ver las estrellas, cuando mueve todo su cuerpo. Él que por amor se entrega, amigo compañero. Eternamente y siempre, él. Él, tan dulce y tan bello, me hace ver las estrellas, cuando mueve todo su cuerpo. Él que por amor se entrega, amigo compañero. Eternamente y siempre, él. Él, hay el.