Yo no quise caminarte,
y llego el momento de correr.
Hay que salvar el alma,
pero con calma vas a poder.
Donde lloran las gaviotas,
vamos juntos a llorar.
No te preocupes, no se te nota,
que no sabes encajar.
Supongo que dolió un poco,
si fue la primera vez.
Pero hay que ser fuerte,
contra la corriente también.
Cuántas veces me dijeron que no a mi,
y sobreviví.
Dáme la mano y vení,
que te enseño a perder.
Por qué, ¿por qué te pusiste asi?
La próxima vez te digo que si,
igual somos ya amigos.
Porque para enemigos,
hay un montón de gente.