Yo no quise caminarte, y llego el momento de correr. Hay que salvar el alma, pero con calma vas a poder. Donde lloran las gaviotas, vamos juntos a llorar. No te preocupes, no se te nota, que no sabes encajar. Supongo que dolió un poco, si fue la primera vez. Pero hay que ser fuerte, contra la corriente también. Cuántas veces me dijeron que no a mi, y sobreviví. Dáme la mano y vení, que te enseño a perder. Por qué, ¿por qué te pusiste asi? La próxima vez te digo que si, igual somos ya amigos. Porque para enemigos, hay un montón de gente.