No habrá vuelta atras.

Cuéntame qué harás después que estrenes su cuerpo, cuando muera tu traviesa curiosidad. Cuando memorices sus recobecos, y decidas otra vez regresar. Pero ya no estaré aquí en el mismo lugar. Si no tienes más que un par de dedos de frente, descubres que no sos lo que pareces y luego me dejas sola tal como quieres. Sé que volverás el día en que ella te lastime, sin almohadas donde llorar; pero si te has decidido y no quieres nada conmigo, nada más puede importar. Sin ti el mundo me daba igual, si te vas o te marchas mi cielo se verá gris. Si te vas ya no tienes que venir por mi. Si te vas y me cambias por ese pedazo de bruja, no vuelvas nunca más que no estaré aquí. Todas la escobas nuevas siempre barre bien, pero luego se desgastan las cerdas. Vas a volver del infierno, con el rabo entre cuernos implorando una vez más. Pero para ese entonces yo ya estaré un millón de noches lejos de ésta enorme ciudad. Lejos de ti. El mundo me da igual si te vas o te marchas.