Me cambiabas tres caricias por la vida que te he dado y a tu lado me quedaba. Me enredabas con mentiras y yo todo te creía. El dolor, me lo callaba. Pero un día me di cuenta, me cansé de ser tu sombra, dije basta, no va más. Con la misma moneda yo te pago, te devuelvo el dolor que me has causado. Ya no vivo a tu paso, ni preciso tu abrazo. Suficiente para mi. Hoy te toca a ti.