No era raro verlo en el colegio corriendo atras de mí. Yo dejándome alcanzar, sin duda, era feliz. Era una buena idea, cada cosa sugerida, ver la novela en la televisión, contarnos todo. Jugar eternamente, el juego limpio de la seducción. Y las peleas terminarlas , siempre en el sillón. Me va a extrañar al despertar. En sus paseos por el colegio, cuando la mañana llegue a su fin. Me va a extrañar, al suspirar. Porque el suspiro será por mí, porque el vacío lo hará sufrir. Me va a extrañar, y sentirá que no habrá vida después de mí. Que no se puede vivir así. Me va a extrañar cuando tenga ganas de hablar, y acariciar. A la mañana era una aventura en el colegio, se divertía con mis ocurrencias, y reía. Cada caricia le avivaba el fuego a nuestra chimenea, era sencillo pasar las horas con su compañía.