Que aunque no hablemos, quiero hacerlo. No te escondas. No me evites. Da el paso. No vayas a donde está ella.No necesitas a ninguna de todas esas. Sigo aquí para ti. Aunque parezca que estoy mejor ahora. Aunque todos crean que te he olvidado. Es más fácil engañar a los demás que a ti misma, ¿sabes? Y sobre todo es muy fácil engañarte a ti. Pero no dejes que lo haga. No es verdad. Que sigo aquí. Que me duele la cabeza de desgañitarme sin gritar. Que sólo pienso con insultos. Que desde hace un tiempo ya no soy la de las sonrisas espontáneas y el rubor en las mejillas cuando alguien dice una grosería. Que me duele el alma de no saber de ti. Que sigo aquí. Y yo sé que tú sigues ahí para mí.