Cuéntame lo que se te pasa por la cabeza, qué sientes cuando oyes mi nombre, si recuerdas el día que me viste por primera vez. Dime si algún día desde que lo dejamos pensaste en mí. Si alguna noche me colé en tus sueños, si de vez en cuando recuerdas mi forma de besar, si algún día saliste a la calle con ganas de verme, si esperaste impaciente a que te mandara algún mensaje. Pregúntate cómo sería tu vida conmigo… pregúntatelo. Y si tu vida sigue igual, no hace falta que intentes hacer nada, pero por favor, si de repente descubres que quizás serías un poco más feliz conmigo, vuelve. Vuelve a mi lado. Porque a pesar de todo te estoy esperando.