Parece que fue ayer cuando vi tu cara por última vez. Tanto tiempo después sigo esperando tener una segunda oportunidad para reparar el daño causado. Si pudiese te sujetaría entre mis brazos, curaría tu dolor, deseando hacer lo que sea necesario para poder volver a escuchar tu voz. Pedirte al menos perdón por no haber hecho lo que debí hacer, por culparte de todo lo que me dolía en el alma. Poder agradecerte, o mirarte a los ojos por última vez, tener la esperada despedida o sostener una charla en silencio, un silencio que comprende las lágrimas que derramamos. No imaginas como te he extrañado todo este tiempo que no has estado cerca. Ya no queda tiempo, ni arrepentimientos que valgan, lo que tuvimos fue lindo, fue lo mejor...mientras duró.