• Cada vez falta menos, cada vez hay que ponerle más fuerza, cada vez las cosas se van dificultando más, cada día decimos que no vamos a llegar, que no vamos a poder, pero hoy es un gran día, hay que mirar para adenlate y pensar en los beneficios de esto que en este mismo instante estamos haciendo. Una lágrima es, en cierta parte decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima. Porque las imágenes anteriores ya no van a ser las mismas. Porque cada vez que las miremos, después de la lágrima, las imágenes van a estar impregnadas de su humedad salada, de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados. Y nada es igual después de una lágrima. Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fe, ni la amistad, ni el amor. Pero creo que lo que más cambia una lágrima… es al ser que la llora. Sólo llévate el silencio que quedó.