Desesperándome no encontraré jamás el equilibrio entre dejar morir y amar. Me está matando no saber dónde, no saber por qué me muero en vida y me doy cuenta que todo termina; no saber dónde es no saber porque todo lo que quiero se me va. Voy caminando y me doy cuenta que no estás, sólo recuero que algún día volverás a ser la luz que ilumina mis sentidos, que me da la fortaleza y el calor que tanto necesito.